Hacía tiempo que no encontraba un libro del que disfrutase desde la primera página y que me diese verdadera pena terminar. Eso es lo que me ha pasado en esta ocasión con Pan de limón con semillas de amapola de Cristina Campos, ambientado en la localidad de Valldemossa.
Esta novela narra la historia de dos hermanas, Marina y Anna, que han estado separadas durante 14 años y que se reencuentran al recibir una misteriosa herencia.
Las hermanas son completamente diferentes físicamente, de carácter y de forma de vivir. Marina es médico y ha trabajado durante muchos años como cooperante de Médicos sin Fronteras en diversos lugares conflictivos. Es una mujer libre, sin apego a ningún lugar. Al comienzo de la novela, trabaja en Etiopía en compañía de su pareja, un médico alemán mucho más joven que ella.
Por el contrario, Anna, la hermana mayor, ha vivido toda su vida en la isla de Mallorca, en la casa de la familia, casada con un marido egocéntrico que ha llevado al matrimonio casi a la ruina, debido a malas inversiones inmobiliarias. El ambiente en el que viven es cerrado, elitista y superficial, lo único que importa son las apariencias. Además, Anna tiene una hija adolescente, Anita, con la que tiene una relación tormentosa, ya que es incapaz de comprenderla.
Tras largos años de separación y distanciamiento, Marina vuelve a la isla para tramitar la herencia que han recibido las dos hermanas de una mujer desconocida, Lola, que les ha dejado un viejo molino y una panadería en la localidad de Valldemossa. Para Anna es una ocasión de reencontrarse con su hermana y de ayudar económicamente al marido, pero Marina retrasa la venta para descubrir los motivos que han llevado a la panadera a dejarles una propiedad en herencia.
Marina se instala a vivir en Valldemossa, en la casa de Lola, y allí empieza su búsqueda de respuestas en torno a la panadera y a sí misma. A partir de ese momento, la vida de las dos hermanas cambia radicalmente, hasta que encuentran su auténtico lugar en el mundo.
Pan de limón es un libro que trata de la amistad, el amor en todas sus vertientes, la libertad, la vuelta a las raíces y la búsqueda de una vida más sencilla y real. Otro tema importante del libro es el de la maternidad y el instinto maternal, así como la relación entre madres e hijas. Los personajes son bastante auténticos y los sentimientos están muy bien descritos. Es cierto que hay descripciones bastante duras en algunos momentos, pero en conjunto el libro es muy agradable, sobre todo en lo relativo a la fabricación del pan.
En cuanto a la ambientación, la descripción de Valldemossa es excelente. Pero lo que se describe no es la preciosa villa atestada de turistas en verano, sino la pequeña localidad donde todos conocen los secretos de los demás y todos se ayudan. Es un pueblo de calles empedradas, rodeado de olivos centenarios y almendros en flor, en plena Sierra de Tramontana, pero con la cercanía del mar y habitado por gente apacible y amable. Un lugar idílico donde vivir y amar.
VALLDEMOSSA
Valldemossa es una preciosa localidad situada en la parte occidental de la isla de Mallorca, en las Islas Baleares, a tan solo 17 kilómetros de Palma de Mallorca. Ubicada entre la Sierra de Tramontana y el mar Mediterráneo, se caracteriza por las fachadas de piedra y las calles empinadas y estrechas. El paisaje que la rodea es típicamente mediterráneo, con pinos, olivos, cipreses y almendros.
Visité Valldemossa hace tres años, en pleno mes de agosto, precisamente los días en que un terrible incendio destruyó parte de la Sierra de Tramontana, a escasos kilómetros de allí. Al pueblo se llega por una sinuosa carretera con un paisaje espectacular. Tras una curva, hay una vista de toda la localidad que te deja sin palabras. Es uno de los pueblos más bonitos de España. En verano está atestado de turistas, pero no por ello pierde su belleza y encanto.
Las calles principales están llenas de animadas terrazas y de tiendas para turistas, pero hay también calles tranquilas y llenas de encanto, por las que no pasa nadie.
La principal atracción de la localidad es la Cartuja de Valldemossa, muy famosa por alojarse en ella, en el invierno de 1838-39, la pareja romántica integrada por Federico Chopin y George Sand. El músico compuso allí sus Preludios y Sand escribió Un invierno en Mallorca. Se conservan partituras, escritos, mobiliario y correspondencia relacionada con su estancia en la isla, además de un piano.
En recuerdo al ilustre compositor polaco, en verano se celebran conciertos en el claustro y los jardines de La Cartuja. Además, durante la visita también hay un pequeño recital con algunas piezas de Chopin.
Pero en la Cartuja también pasaron temporadas personajes de la talla de Rubén Darío, Jorge Luis Borges, Jovellanos, Santiago Rusiñol y otros muchos.
Entre otras dependencias de esta construcción religiosa, destacan la antigua botica y la iglesia, cuyos frescos de las bóvedas son obra de Miguel Bayeu, cuñado de Goya.
La Cartuja tiene también una preciosa biblioteca, que alberga además algunas piezas de arte de gran valor.
Además, hay algún salón con mobiliario antiguo.
Recuerdo que me gustó especialmente encontrar uno de los típicos belenes de Palma. Mis abuelos tenían uno muy parecido y de pequeña me pasaba horas contemplándolo. La foto está un poco borrosa, pero da una idea de cómo son este tipo de belenes, que se caracterizan por tener muchas figuras, plantas y animales metidos en un mueble de madera con cristal.
Para terminar con el interior, quiero destacar las curiosas rejas de las ventanas, que ayudan a recordar que estamos en un monasterio y no en un palacio.
Como colofón a este asiento, he dejado para el final las impresionantes vistas que hay desde la Cartuja. El paisaje es espectacular y te quedarías horas haciendo fotos o contemplando los bosques y la vegetación de la Sierra de Tramontana.
Finalmente, como despedida, he encontrado un video de Valldemossa con la maravillosa música de Chopin (Nocturno, nº 2).
Qué libro tan delicioso y qué bien comentado por ti.
Acabamos de estar en Valldemossa. Es un pueblo que merece la pena ir con tiempo para disfrutar de cada rincón.
Nosotras fuimos primero a Deia para ver Sa Forada, preciosas vistas, pero nos faltó tiempo
para Valldemossa.
Así, que tendremos que volver.
Un abrazo
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La isla es tan bonita y tiene tantas cosas que visitar que siempre falta tiempo para ver todo. Es mejor así, porque es una motivación más para volver. Me alegro de que hayas disfrutado en el viaje. Un abrazo.
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Hola Pilar,
No me pienso perder el libro y desde luego dan muchas ganas de volver a Mallorca.
Muchas gracias, un beso.
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Muchas gracias Carmen. Espero que te guste y te animo a volver a Mallorca. Un abrazo
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Dan ganas de ir a conocerlo, Pilar. Gracias por el post.
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Te animo a que organices un viaje por esa zona, porque vale la pena. Toda la isla es una maravilla. Un abrazo.
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Ya quisieran todos los autores tener una descripción tan apetitosa como la que has hecho. Gracias.
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Muchas gracias María.
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Hola Pilar:
me ha gustado mucho la reseña que has hecho. Me lo apunto para este verano. Un saludo
Cristina
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Muchas gracias Cristina. Espero que te guste. Un abrazo.
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