Todos tenemos viajes que deseamos más que otros y destinos especiales que están esperando a que nos salga la oportunidad de conocerlos. Para mí, uno de esos viajes especiales desde siempre ha sido la India, pero nunca había podido realizarlo. Este verano he tenido la inmensa suerte de poder cumplir mi sueño y visitar el norte de la India. La verdad es que mis expectativas no han quedado defraudadas. Para ambientar el viaje, he elegido como lectura La vaca sagrada y otras historias de la India de Tarun Chopra.
TÍTULO: La vaca sagrada y otras historias de la India
AUTOR: Tarun Chopra
EDITORIAL: Prakash Book Depot
ISBN: 8172340435
Nº DE PÁGINAS: 150
Se trata de un atractivo libro lleno de fotografías que encontré en una tienda dentro del Fuerte Amber de Jaipur, pero que se puede comprar a través de Amazon. Está escrito por un indio que trata de responder las preguntas básicas que se plantea cualquier visitante extranjero al llegar a la India, como por ejemplo, por qué las vacas son sagradas, por qué el amor se expresa mediante mármol en el Taj Mahal, por qué los hindúes quieren morir o ser incinerados en el río Ganges o por qué los templos de Khajuraho se adornan con esculturas eróticas.
El autor trata de comunicar al lector a través de cuentos e imágenes lo que es la India en su tradición histórica, religiosa, sus costumbres y su estructura social. De esta forma, se abordan todo tipo de temas, desde la religión, la cultura, la comida, los problemas burocráticos o el caos circulatorio.
Como primera aproximación a la India es un libro interesante, que además puedes ir leyendo por capítulos sueltos y en el orden que quieras, pero algunas materias, debido a su profundidad, como por ejemplo cuando explica las distintas religiones, se quedan un poco en la superficie y en otras ocasiones se aportan tantos datos, como cuando habla de los emperadores mogoles, que se pierde un poco el hilo. También es cierto que ocurriría lo mismo si quisiésemos explicar todas las peculiaridades de la historia, la religión, la cultura, el arte y el carácter español en un libro de tan solo 150 páginas.
De todos modos, como tiene una edición bonita, en buen papel y con abundantes fotos, es un buen recuerdo para los que han visitado la India y un libro interesante para los que quieren ir.
IMPRESIONES GENERALES DE LA INDIA
La India es un país tan grande y tan lleno de matices que requiere multitud de asientos en un blog. En esta primera entrada no voy a hablar de ningún lugar concreto (prometo hacerlo en próximos asientos), sino que voy a contar mis primeras impresiones de este increíble país.
Al viajero que llega a la India le ocurren dos cosas: o queda fascinado o le horroriza. Es un lugar que no admite medias tintas, ni posturas indiferentes. Una amiga mía da una explicación que me gusta: en la India todo fluye con una longitud de onda y un ritmo especial. Al llegar allí puedes conectar con esa onda y dejarte llevar, en cuyo caso todo te parece normal y te fascina o puedes chocar frontalmente y entonces eres incapaz de comprender la complejidad del país y de sus habitantes.
Lo primero que llama la atención al llegar a la India es que se produce una exacerbación de los sentidos. Todo es excesivo: el colorido, el ruido de las calles, los olores, el picante en las comidas, … Es un país de grandes contrastes, donde la belleza y la espiritualidad conviven con la pobreza, la suciedad y la sordidez.
En primer lugar, la India es un paraíso para el visitante. Se trata de una cultura milenaria y el país está plagado de edificios de gran belleza y grandiosidad. Empiezas a hacer fotos y ya no puedes parar. Todo te llama la atención y es diferente a lo que estás acostumbrado.
Un ejemplo claro es el Taj Mahal, en la ciudad de Agra, obra maestra por su belleza, armonía y simetría. Es una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno y fue construido por el amor de un emperador hacia su mujer, que murió al dar a luz a su decimocuarta hija.
El edificio es impresionante desde cualquier punto.
Además de las vistas entrando por la puerta sur, que son las más conocidas, también destacan las que se pueden sacar desde el jardín que está al otro lado del río Yamuna.
Los cuatro edificios que flanquean el mausoleo también son de gran belleza.
Otro edificio famoso es el Hawa Mahal o Palacio de los Vientos, en Jaipur, capital del Rajastán y conocida como «la ciudad rosa».
Uno de los lugares que más me ha impactado en este viaje ha sido el impresionante complejo de edificios de Khajuraho, mundialmente conocido por sus esculturas eróticas, que representan escenas del Kamasutra. También hay delicadísimas esculturas que escenifican la vida cotidiana en la corte, los bailes, la música, animales, la guerra, …
La lista de lugares interesantes y atractivos para visitar es interminable. Sólo por citar algunos: las cataratas de Khajuraho,
Los palacios de Orchha
La ciudad de Fatehpur Sikri
o el Fuerte Amber de Jaipur
Sin embargo, en cuanto sales a las calles, te encuentras con pobreza, basura y caos circulatorio. Basta con mirar los tendidos eléctricos y de telefonía para asombrarte de que alguien pueda tener luz eléctrica y teléfono en su casa. No me puedo imaginar a un técnico arreglando una avería, porque parece imposible saber cual es el cable correcto entre todo el amasijo de ellos.
Las calles están atestadas de gente y suelen estar llenas de basura sin recoger. Los edificios están decrépitos y a veces no se sabe si están en construcción o se han derruido. A los malos olores hay que añadir el ruido incesante de bocinas. Da la impresión de que todo el mundo vive fuera de sus casas, porque hacen la vida cotidiana en la calle. Además, las omnipresentes vacas sagradas, que siempre están en medio de todo.
Uno de los aspectos que más impresionan en la India es la circulación o dicho con más propiedad, el caos circulatorio. En el libro de la vaca sagrada hablan de este tema y lo definen como «anarquía funcional». Los indios presumen de que no hay reglas circulatorias y te citan muy orgullosos sus tres regla de oro: «Buena bocina, buenos frenos y buena suerte». Por mucho que se describa, es imposible imaginarse cómo circulan hasta que uno lo experimenta en vivo. Baste decir que no se puede caminar tranquilamente por las calles, sencillamente porque es imposible cruzarlas, así que la mejor opción es levantar la mano y parar al primer tuc-tuc que pasa.
El tuc tuc (triciclo motorizado) es un medio de transporte barato, rápido y muy divertido. Están muy sucios y vas tragando todo el humo, pero la experiencia vale la pena y es la mejor forma de desplazarse por las ciudades. Además, si cierras un precio, el conductor te acompaña una mañana o una tarde completa y hasta se mete en las tiendas y opina sobre las compras que haces. Incluso te recomiendan sitios para comprar o para comer. Nuestra experiencia con todos los conductores fue excelente.
En las calles de la India se cruzan todo tipo de vehículos: autobuses (llenos a rebosar y en los que viajan personas hasta en el techo), bicicletas (siempre herrumbrosas y normalmente conducidas por ancianos o niños), rickshaws (cuyos conductores se dejan la piel para conseguir una cantidad mínima para subsistir, ya que el vehículo pertenece normalmente a otro al que pagan un alquiler), motos (conducidas por jóvenes, que van como locos o por padres de familia, que trasladan en ella a toda la familia, en el sentido más literal de la palabra). El aprovechamiento del espacio es máximo.
Pero el tráfico por las calles no es nada si se compara con la circulación por las carreteras. Estas son estrechas y mal asfaltadas, pero eso no es impedimento para adelantar en cualquier momento. Lo único que hay que hacer es tocar la bocina y adelantar, aunque vengan camiones de frente. La mayoría de los vehículos tienen carteles pidiendo que se toque el claxon. El ruido de las bocinas es incesante. Lo que no llegué a averiguar es quién tiene preferencia, si el que toca primero el claxon o el que empieza antes la maniobra.
Las situaciones de riesgo son constantes pero, milagrosamente, casi nunca pasa nada. Quizá se deba a que los vehículos llevan colgados amuletos para proteger a sus conductores.
Esto se agrava en las autopistas, que no tienen nada que ver con las de cualquier otra parte del mundo. En el carril lento circulan bicicletas, motos, cabras, vacas y coches de frente, ya que como no hay puentes elevados sobre la autopista, los conductores optan por circular en sentido contrario. El carril rápido está colapsado por enormes camiones pintados de colores. Lo que queda es el carril central donde los coches tienen que ir esquivando a los que vienen por la derecha y por la izquierda. Las líneas no las respeta nadie y en algunos tramos ni siquiera están pintadas. Para añadir más emoción, en los pueblos no hay pasos elevados, sino pasos de cebra, que no respeta nadie, hasta que no queda más remedio que parar en seco, porque un anciano, un niño o una vaca están cruzando la autopista.
Otro aspecto destacado de la India y que no se puede obviar es el de la pobreza. Aunque en los últimos años la India ha logrado un impresionante crecimiento económico, la miseria y la desnutrición son duras realidades para millones de personas, especialmente mujeres y niños. Más de 122 millones de hogares en el país carecen de letrinas. Las enfermedades diarreicas son la segunda de las principales causas de defunción en la infancia, después de las infecciones de las vías respiratorias. Las prácticas poco higiénicas y beber agua contaminada son algunas de las causas principales.
Aunque te limites a visitar los sitios turísticos, sin entrar en las zonas más deprimidas, la pobreza está por todas partes. En el campo es habitual ver a las niñas y mujeres cogiendo agua de las fuentes y caminando kilómetros con los cubos a cuestas.
En las ciudades, la situación no es mucho mejor y la gente tiene que lavarse en plena calle.
Las pequeñas aldeas están plagadas de niños. Enseguida te rodean y te piden caramelos o dinero. En un pequeño pueblo me llamó la atención que varias niñas me pedían champú. Eran guapísimas, pero tenían el pelo sucio y enredado.Me habría encantado haberlo sabido antes, porque les habría llevado todos los frascos del hotel. El jefe del pueblo nos enseñó su casa y nos presentó a su mujer, la cual nos dio de comer una torta de pan recién hecha. Cuando la probé supe que tendría ardor de estómago dos días, pero no podía hacer el feo de despreciar comida, viendo las condiciones lamentables en las que vivían.
Casi todos los niños iban descalzos y muchos de ellos tenían la ropa en jirones. Algunos llevaban camisetas, pero no tenían nada abajo, mientras que otros tenían pantalones, pero no tenían camisetas. Eso sí, todos sonrientes y alegres. Quizá se debía a que eran niños de una zona rural y con familia. La vida tiene que ser mucho más dura para los niños en las grandes ciudades, donde muchos son explotados por bandas organizadas o deambulan huérfanos y subsistiendo en la calle.
Este precioso niño no está pidiendo nada. Simplemente me está regalando una piedra. No se si quería algo a cambio o simplemente estaba compartiendo conmigo su tesoro. En todo caso, a mi me enterneció su gesto.
Otro aspecto importante al hablar de la India es la religión. No se puede entender este país desvinculándolo de ella. La religión condiciona la manera de vivir, pensar, comer e incluso de morir de los indios.
La religión mayoritaria es el hinduismo. En el libro de la vaca sagrada hay varios capítulos dedicados a explicar algunos aspectos relacionados con ella, pero resulta difícil comprender esta religión milenaria con multitud de dioses, ritos y creencias.
En Varanasi (Benarés) tuve ocasión de asistir a una ceremonia Aarti al lado del río Ganges, justo al anochecer. Es una experiencia impresionante e inolvidable. Entre el calor asfixiante y pegajoso (era época de monzón), las masas de fieles de Shiva vestidos de naranja gritando algo así como «boldam» o «goldan», la música, los cánticos, las ofrendas de fuego y el incienso, se crea una atmósfera mágica.
Pero todavía más impresionante es ir a los ghats (escalinatas) de Varanasi para ver amanecer y asistir al momento en que los fieles se bañan en el rio Ganges para purificarse. Las imágenes son impactantes. El río Ganges se había desbordado por las abundantes lluvias, por lo que era peligroso ir en barca (el río tiene en ese tramo una anchura de dos kilómetros y la corriente es muy fuerte). En vez de hacer la típica visita en una barca de turistas, sacando fotos desde lejos, nos mezclamos con la gente en las mismas escalinatas.
Para acceder de un ghat a otro tuvimos que ir por las calles traseras, así que pudimos disfrutar del Benarés más profundo, incluidos sadhus o santones y encantadores de serpientes, que también son animales sagrados para el hinduismo.
También pudimos ver el principal ghat para las cremaciones. Para los hinduistas, la muerte se asume con mucha más naturalidad que para los occidentales, entre otras cosas, porque creen en la reencarnación.
Pero en la India conviven otras religiones con el hinduismo. La segunda religión mayoritaria es el Islam. Pudimos visitar varias mezquitas y tumbas de santos.
También vimos un templo de la religión jainista, la religión más asceta de todas las de la India.
Y un precioso templo sikh en Delhi (Gurdwara Bangla Sahib), que me gustó mucho por el carácter apacible y amable de sus seguidores. Se trata de una comunidad en la que sus integrantes se ayudan mucho entre sí y la gente no pasa hambre, porque incluso tienen comedores sociales para los más necesitados. Son fácilmente distinguibles, porque los hombres llevan grandes turbantes de colores, ya que en toda su vida no se cortan el pelo.
En Delhi, incluso hay un templo dedicado a todas las religiones. Es la Casa de adoración Bahá’i, conocida como Templo del Loto.
Después de hablar de temas tan serios como la pobreza o la religión, quiero terminar hablando de dos aspectos más alegres y superficiales, pero muy característicos de la cultura india.
El primero de ellos son los saris, que las mujeres indias llevan con gran elegancia en cualquier situación (hasta trabajando en el campo o subidas a un andamio). Son seis metros de tela de colorido alegre y remates brillantes, que convierte a cualquier mujer en una auténtica princesa.
El segundo y último del que voy a hablar son las películas de Bollywood, que confieso que me fascinan. Se trata de la industria cinematográfica más grande del mundo, llegando a producir más de 800 películas al año. La estética de las películas es brillante, con animadas canciones y bailes. Normalmente son historias de amor y desamor, pero que suelen acabar bien. Casi nunca aparece la pobreza y creo que los indios las adoran porque les ayuda a evadirse de la cruda realidad. En cuanto enciendes la televisión, hay anuncios constantes de los estrenos y reportajes sobre sus protagonistas, que son auténticos dioses en su país.
He seleccionado dos videos con escenas de baile de Bollywood. En el primero aparece la típica coreografía, con vestidos tradicionales y el segundo es un poco más moderno de vestuario y las mujeres bailan de una forma mucho más provocativa. Es curioso porque en todas las películas que he visto de Bollywood, las mujeres tienen un carácter muy fuerte y son las que mandan y dominan a los hombres. No se si responde a la realidad, pero probablemente también sea parte de esa sociedad utópica e idealizada de Bollywood, como ocurre en otros aspectos como la pobreza.
Precioso blog. Hermosas fotos. Ricas vivencias. Tb me pasó como a ti, con el llamado espiritual a la India. Conocí el inolvidable Rajashtán, la belleza de sus paisajes, sus templos, sus palacios, su gente. Amo la India. Es un país extrordinario.
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Muchas gracias Violeta por tus amables palabras y por compartir en mi blog tus vivencias. Un cordial saludo.
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Hola!! Como consigo este libro? Vengo llegando de la india y por mensa no lo compre allá!! Vivo en Querétaro, México
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Lo siento Andrea. Yo lo compré en Jaipur y al volver vi que lo vendían en Amazón, pero lo he mirado hoy y ya no está disponible para España y en Amazón de México no lo he encontrado.
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Fascinante narración, concuerdo contigo lo que viviste fue muy similar a mi experiencia y eso hace que la India sea solo para personas conocedoras de su cultura para que podamos explotar al máximo los sentidos y hacerla parte de uno, hace ocho días regrese de la India y como dices o la amas o la odias, en mi sentir la ame mas, en su momento al estar allá me sentí un poco decepcionada de ver tanta suciedad, pero después al regresar entendí q a pesar de sus limitantes le gente es feliz, se siente orgullosa de su nación, de sus tradiciones y d su cultura, a veces los que vamos esperamos ver lo que vemos en las películas bollywodescas, pero como bien dices es una realidad paralela, a la cruda realidad que viven día a día, solo visitamos el triangulo dorado de la India y nos falto tiempo para conocerla mas íntimamente, pero si tuviera oportunidad nuevamente iría sin dudarlo.
Gracias por compartir tu aventura.
Saludos desde Mexico
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Muchas gracias Ivett. Me alegro de que vivieras unas experiencias parecidas a las mías. Ambas coincidimos en que es un país fascinante al que nos gustaría volver. Un saludo.
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Excelente narración del viaje
Acabamos de regresar de un viaje por la India y todos los comentarios son increíblemente acertados, con nuestras sensaciones y persepciones de esta aventura
Gracias por hacernos volver a vivir esos momentos.
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Muchas gracias Jorge. Me alegro de que vivierais experiencias similares a las mías y que mi asiento te haya ayudado a revivirlas.
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Hola muy linda tu cronica y me senti totalmnete identificada con la narracion.
Graciaa por tomarte wl tiempo y compartirlo. Saludos Monica
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Hola Mónica. Muchas gracias por tu amable comentario. Me alegro de que te identificaras con lo que conté sobre la India. Te animo a que leas más asientos. Un abrazo.
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Gracias Pilar por llevarme en tus viajes y poder conocer en tu compañía las maravillas de otras culturas y países!!!! Que nos reservas para este año?
FELICIDADES!!!!!
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Muchas gracias Cali por tu apoyo constante. En 2015 no pensaba hacer ningún viaje y tuve la suerte de poder ir a la India, así que espero poder visitar algún país interesante este año. Mientras tanto, todavía me quedan muchos platos fuertes para contar, por ejemplo Machu Picchu y las Cataratas Victoria. El tema es ir encontrando libros apropiados. Un beso.
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Pilar, la entrada me ha resultado de lo más interesante. Las fotos, preciosas. Algunas de ellas me han impactado, como las de los cableados eléctricos y telefónicos. Parece increíble que pueda llegar a funcionar algún suministro de electricidad o de telefonía de esa forma.
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Pilar , estoy enganchada a todo lo que nos cuentas y lo ameno que lo haces , es interesantísimo.
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Muchas gracias. Me gusta poder compartir las experiencias de los viajes.
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Formidable, Pilar.
Todas las fotos son muy buenas, pero algunas, como las esculturas eróticas, el cableado de las calles o los niños son inolvidables.
Hablas de las cosas más prosaicas, como los olores, el tráfico o la higiene, o de otras como las religiones o de las pelis de Bollywood y todo resulta interesante y nuevo y se quiere más.
¿Sabías que hace unos días cerca de Delhi una muchedumbre hindú mató a un musulmán que mató y comió una vaca sagrada?
A mí me da pena India, 1.300 millones o los que sean, embutidos en un territorio relativamente no muy grande. Menos de 4 millones de Kmts cuadrados.
En fin, Pilar, bravo por hacer algo tan interesante, distinto y atractivo sobre un país al fin y al cabo muy «topiqueado».
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Cristina y Carlos, muchas gracias por vuestros comentarios. Es cierto que es un país del que hay muchos tópicos. La gente sólo ve pobreza y suciedad o sólo te habla de palacios y hoteles maravillosos. Por eso he procurado hablar un poco de todo en este asiento. El encanto de la India radica en los contrastes y la variedad.
No sabía lo del incidente que me cuentas. Se que hay conflictos religiosos a menudo, pero el ambiente que se respira en general es de tolerancia religiosa. Eso sí, la religión lo impregna todo. Eso se nota mucho a la hora de las comidas. En los restaurantes prácticamente nunca se ofrecen alimentos provenientes del cerdo, ya que los hinduistas son vegetarianos y los musulmanes no lo comen.
Desde luego, el respeto a las vacas allí es absoluto, pero es una pena que se produzcan incidentes de ese tipo contra una persona, por motivos religiosos, llegando incluso a la muerte.
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Hola, Pilar:
Me encanta tu reportaje. Sencillamente fascinante. ¡¡Enhorabuena!!
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Que interesante todo y las fotos, espectaculares!!!
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Muchas gracias. Ya iré poniendo más fotos en los siguientes asientos de la India. Con cámara nueva y un país tan interesante, no puedes dejar de hacer fotos en todo momento.
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Pilar, un resumen fantástico. Genial Un besote gordo
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Muchas gracias Marga. Para mi ha sido difícil hacer un resumen porque quería contar muchísimas cosas de este apasionante país. Además tengo más de 2.000 fotos y cada vez que seleccionaba una tenía que descartar otras que también me habría gustado incluir.
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